Las PCR (siglas en inglés de “Reacción en Cadena de la Polimerasa”), son un tipo de pruebas de diagnóstico que se llevan usando a lo largo de años en diferentes crisis de salud pública similares con anomalías de la salud infecciosas.
Estas pruebas se están utilizando desde los primeros días del estallido de la pandemia de COVID-19 en España.
No obstante, los test veloces se han incorporado hace poco y, como su nombre sugiere, son más veloces y simples.
Los dos se usa para corroborar si un individuo está infectada o no por el Covid-19. Al hacer una prueba de diagnóstico por medio de PCR, lo que facilita descubrir es un fragmento del material genético de un patógeno o microorganismo.
La PCR, cuyo uso es habitual y rutinario en los laboratorios de Microbiología de hospitales, centros de exploración y universidades, se apoya en las propiedades de seguridad al calor de una enzima polimerasa.
De esta forma lo enseña Inmaculada Casas, estudiosa del Área de Virología del Centro de Salud Carlos III (ISCIII) y integrante del Comité Científico Técnico del COVID-19. Tras el exámen en un laboratorio de Microbiología de una exhibe respiratoria de un individuo sospechosa de estar infectada, si la prueba descubre ARN del virus, el resultado es positivo. De esta forma, se sabría que ese tolerante tiene Covid-19.
En cambio, si la técnica de PCR no descubre el material genético del virus, la persona no podría estar infectada. Cuando existe alguna sospecha clínica considerable, agrega Viviendas, hay que hacer otra prueba. Así, se afirma que el tolerante no está infectado por el virus. Necesidad de un diagnóstico más ágil El diagnóstico por medio de PCR muestra cierto nivel de dificultad. Necesita personal entrenado y listo para su precisa ejecución.
Las PCR tienen tres propiedades básicas:
- Alta especificidad: puede diferenciar entre dos microorganismos muy cercanos evolutivamente.
- Alta sensibilidad: puede descubrir proporciones de 20 copias/ml -o inclusive menos- de material genético viral.
- Precoz: se descubre el virus en las primeras fases respiratorias. Sin importar la efectividad de esta habilidad que se ha usado desde el comienzo del brote de COVID-19, aparece la necesidad de integrar un diagnóstico más veloz ante la evolución del virus.
Inmaculada Viviendas apunta la consideración de poder tener utilidades más ágiles para impulsar el diagnóstico de la patología. Por esa razón en este momento se están comenzando a hacer pruebas por medio de una segunda batería de técnicas, los citados test de diagnóstico ágil. Estos aceptan comprender en 10 o 15 minutos si un individuo está o no infectado.
Por su lado, las PCR tienen la posibilidad de llegar a demorar numerosas horas.
¿Por qué han retrasado en llegar los test veloces?
Si, como se explicó antes, los test veloces tienen la posibilidad de descubrir el virus en menos tiempo que por medio de PCR, aparece una pregunta:
¿Por qué no se han usado antes?
La respuesta es que no se pudo. Hasta que no se ha contado con un óptimo número de pacientes infectados, no fué viable desarrollarlos para poder caracterizar los anticuerpos. No obstante, la PCR es una prueba de diagnóstico directo y sí se pudo llevar a cabo desde el primer instante en que se secuenció el virus. La estudiosa del ISCIII sugiere que, en contraste con la PCR, los test veloces no identifican el ARN del virus, sino que utiliza dos procedimientos distintos: A través de una exhibe de sangre, tienen la capacidad de descubrir anticuerpos producidos en oposición al virus. A través de muestras respiratorias de exudado nasofaríngeo, tienen la posibilidad de descubrir proteínas del virus.
Estos test se fundamentan en una inmunocromatografía en papel, oséa, una interfaz que tiene “pegadas” las proteínas del virus para descubrir anticuerpos o anticuerpos particulares para conocer las proteínas del virus.
Su desempeño es semejante al de los test de embarazo. Su eficacia sirve de gran impulso en estos instantes, dado que muestra una enorme virtud en la circunstancia actual: se tienen la posibilidad de hacer en el domicilio de un caso sospechoso. Aunque siempre debe estar bajo la supervisión de un profesional sanitario, asiste para no saturar los hospitales.
Por medio de estas utilidades veloces se va a poder hacer mejor el cribado en la gente y limitar los ensayos de PCR sólo a esos pacientes que, con sintomatología, den un resultado negativo por medio de los test veloces. Esto dejará dejar en libertad expertos y elementos en el Sistema Nacional de Salud. ¿Cómo trabajan los test veloces?